Carlos Pizarro, en el momento en que el M-19 dejó las armas para convertirse en un partido.
Estábamos en un teatro, como en una manifestación del eme. Carlos estaba sentado en una de las primeras filas.
Me acerqué a él y le dije: ''Oiga, ¿usted qué hace aquí si está muerto?''
Él contestó: ''¡Shiiist!, no diga eso que me desvanezco''. Empezó a desvanecerse y entonces le pregunté: ''¿Que vamos a hacer ahora?''.
Me respondió: ''Abráceme. Abráceme fuerte, fuerte, que su energía me ayuda a permanecer aquí''.Lo abracé fuertisimo y en ese momento volvió otra vez a verse:
''Si me ve, no diga nunca lo que me dijo porque yo tengo que estar aquí''.
“Ya vuelvo”